miércoles, 20 de agosto de 2008

El todo, la nada, los pajaros, el cielo

Como mas o menos escribio Mahmud Darwish, nuestro pajaro esta volando su ultimo cielo. Ayer y el lunes visitamos nuestras dos postreras ciudades antes de ir a Jerusalem, donde cogeremos el viernes por la manyana el bus hacia ese cordial aeropuerto de Ben Gurion. Antes, habremos mandado nuestro valioso material subversivo por correo ordinario para evitar la posibilidad de ser retenidos en ese no-lugar de Tel Aviv.

Nablus y Jenin son las dos ciudades mas importantes del norte de Cisjordania. Alli, todo recuerda a la Segunda Intifada: carteles y fotos de martires, flores e inscripciones de los que ya estan, casas derruidas, calles arrasadas totalmente con Bulldozer, y un hastiado paisaje moteado por agujeros de bala. No hay duda de que la bala se enamoro de estas urbes; y humildes personas, hogares o coches no pudieron escapar a su terrible encanto. Pero lo cierto es que el espiritu de resistencia y de rabia se dejan ver con facilidad al doblar cualquier esquina, y con razon. Antes de llegar a Nablus puede comprobarse en el tristemente conocido checkpoint de Huwwara. Alli, ninyxs, mujeres y hombres esperan hacinadxs a que el soldadito haya tenido una buena noche anterior, o un buen dia. Dependiendo de si no les llamo la novia o el novio o de si canto bien o mal su cantante favorito del OT israeli, deciden hacer perder mas horas o menos de la vida de los palestinos, o no dejarles pasar, en ese repugnante redil humano. Los hombres menores de 40 anyos se someten a un control mas intenso, mientras que todos se aprenden cada dia de memoria la frase de "obedezca las ordenes de los soldados". A nosotros, en Hebron, un cretino soldado mas nos dicto en ingles que hiciesemos absolutamente todo lo que nos pidieran en los checkpoints, con explicitos ejemplos. En esa misma ciudad de la que hable el otro dia, en la que hay checks hasta en las terrazas de casas de palestinos (les cachean hasta para tender la ropa), un hombre nos comento que retuvieron nada mas y nada menos que el feretro de su difunto padre. Verdaderamente, en los checkpoints se reproduce infaustamente el ciclo de la vida: nacen personas -hay datos de tasas de natalidad alli-, mueren, duermen, comen, se relacionan...pero a todo les une la desgracia y la afrenta de esos no-lugares. Al poco de pasar uno cerca de la Mezquita de Abraham en Hebron, oimos como linchaban a un palestino. Creo que el rechinar de mis dientes los oyeron hasta los soldados, pero dudo que su inhumanidad les hiciese parar.

En el campo de refugiados de Jenin hace 6 anyos que los militares sionistas llevaron a cabo una espantosa masacre. Asesinaron a cientos de personas y arrasaron calles enteras. Pero en lugar de hablar de ella voy a hablar de algo mucho mas alegre. En el campo se encuentra el teatro de la Libertad, donde muchxs ninyxs y jovenes palestinxs aprenden a actuar y otros tipos de ensenyanzas culturales. Realizan diversas obras, performances, bailes y espectaculos. Aprenden, rien, leen, descubren mundos mas alla de su triste rutina. Un chaval decia que la ocupacion cultural es muchas veces peor que la militar. Otro afirmaba que la unica salida que les planteaba su misera y humillante existencia, ser martires, habia cambiado por la esperanza de por ejemplo poder ser actor. Fue algo emocionante ver todo lo que habian conseguido montar con tenacidad y resistencia. Muchisimos barrios en nuestras ciudades desearian tener algo asi. Israel los quiere pobres, desesperados, humillados y analfabetos, pero en su desalmado afan exiten pequenyos granos, este es uno de ellos. Bravo y mucho animo. http://www.thefreedomtheatre.org/

En definitiva, he comprobado que Palestina es el lugar donde mas pronto se puede pasar del todo a la nada. De la felicidad a la total tribulacion. De la vida a la muerte. De la muerte a la misma muerte. Es como un gran parque de atracciones, como dicen Quique y Carlitos. Subir, bajar, miedo, alegria, esperanza, cerrar los ojos, sentir otra realidad, ver a ninyos que juegan con pistolitas a la guerra pero cuya existencia es misera y efimera...Se me podrian ocurrir ahora muchas vivencias que he tenido estos dias. Y aunque solo me queda un dia, me quedo con un numero infinito de detalles y de grandes experiencias, que aun debo asumir. Quiza sea mi ultima entrada de este blog, quiza no, pero quiero acabar tal como empece, citando por dos veces a Mahmud Darwish.
Esperando que mi estancia aqui y mi trabajo venidero colabore al menos con aquello de que hemos triunfado sobre el plan de expulsarnos a nosotros de la Historia, dejo aqui unos versos suyos:

Pasajeros entre palabras fugaces:

Cargad con vuestros nombres y marchaos,

Quitad vuestras horas de nuestro tiempo y marchaos,

Tomad lo que queráis del azul del mar

Y de la arena del recuerdo,

Tomad todas las fotos que queráis para saber

Lo que nunca sabréis:

Cómo las piedras de nuestra tierra

Construyen el techo del cielo.